Failover es un término utilizado en tecnología de la información para describir la capacidad de un sistema para continuar funcionando de manera ininterrumpida en caso de una falla en uno de sus componentes.
El proceso de failover generalmente se configura mediante software y puede ser utilizado en una variedad de entornos, incluyendo redes, servidores, bases de datos y sistemas de almacenamiento.
Características del failover
Las principales características del failover son:
- Continuidad del servicio: El Failover garantiza la continuidad del servicio en caso de fallo, asegurando que la información y el servicio estén disponibles en todo momento.
- Conmutación automática: El proceso de Failover es automático, lo que significa que no requiere la intervención manual de un administrador de sistemas para llevarse a cabo.
- Tolerancia a fallos: La tolerancia a fallos es una de las principales características del Failover. Esto significa que el sistema es capaz de seguir funcionando en caso de fallo, asegurando que el servicio esté disponible en todo momento.
- Reducción del tiempo de inactividad: La conmutación automática del Failover ayuda a reducir el tiempo de inactividad en caso de fallo, lo que a su vez reduce el impacto en los usuarios y en la organización.
- Proceso transparente para el usuario: El proceso de Failover es transparente para el usuario, lo que significa que el usuario final no es consciente de que se ha producido un fallo y de que se ha activado el proceso de conmutación automática.
Objetivos del failover
Algunos objetivos clave asociados con el failover:
- Disponibilidad continua del servicio: El objetivo principal del failover es asegurar que los servicios críticos permanezcan disponibles incluso cuando un componente principal experimenta un fallo.
- Reducción del tiempo de inactividad: El failover busca minimizar el tiempo durante el cual un sistema o servicio está inactivo debido a un fallo. Al detectar rápidamente el problema y cambiar de manera automática a un componente de respaldo, se logra una transición suave y se reduce el impacto en la operación.
- Tolerancia a fallos: La implementación del failover busca mejorar la tolerancia a fallos de un sistema. Al contar con componentes de respaldo y la capacidad de cambiar automáticamente a ellos, se fortalece la capacidad del sistema para resistir y recuperarse de eventos inesperados.
- Mejora de la confianza y fiabilidad: Al tener un mecanismo de failover eficiente, se mejora la confianza en la infraestructura y se aumenta la fiabilidad de los servicios.
- Optimización del rendimiento: Al distribuir la carga de trabajo entre componentes principales y de respaldo, el failover puede contribuir a la optimización del rendimiento del sistema, garantizando una distribución equitativa de las operaciones incluso en condiciones normales.
Tipos de failover
Algunos de los tipos comunes incluyen:
Desconexión automática (Automatic Failover)
En este tipo de failover, los dispositivos de hardware, como servidores o componentes de red, detectan automáticamente cuando falla un componente principal y realizan la transición al componente de respaldo sin intervención humana.
Failover basado en software
Este tipo implica el uso de aplicaciones o sistemas operativos que supervisan la salud de los componentes principales y toman decisiones automáticas para cambiar a los componentes de respaldo cuando sea necesario.
Failover de red
Se refiere a la capacidad de cambiar automáticamente entre conexiones de red para garantizar la continuidad del servicio en caso de que una conexión falle. Esto es común en entornos de redes empresariales.
Failover de base de datos
Implica mantener una copia en tiempo real de la base de datos en un servidor secundario. Si el servidor principal falla, el sistema puede cambiar a la base de datos secundaria para minimizar el tiempo de inactividad.
Failover de clúster
Consiste en un grupo de servidores que trabajan juntos para proporcionar servicios. Si un servidor dentro del clúster falla, los otros pueden asumir la carga de trabajo para garantizar la continuidad del servicio.
Failover geográfico
Implica tener centros de datos ubicados en diferentes ubicaciones geográficas. Si un centro de datos experimenta un problema, el tráfico y las operaciones pueden dirigirse automáticamente a otro centro de datos.
Failover manual
Aunque la mayoría de los failovers se diseñan para ser automáticos, en algunos casos puede ser necesario un failover manual. Esto implica que un administrador intervenga y realice la transición a los componentes de respaldo.
Composición de failover
Su composición implica varios elementos clave:
- Detección de fallos: Mecanismos para identificar problemas en componentes principales como hardware, software o servicios.
- Dispositivos de respuesta automática: Componentes, ya sean de hardware o software, que activan automáticamente el failover cuando se detecta un fallo.
- Componentes principales y de respaldo: Sistemas críticos en operación normal (principales) y sistemas listos para entrar en funcionamiento en caso de fallo (de respaldo).
- Mecanismos de conmutación: Sistemas que permiten cambiar eficientemente de los componentes principales a los de respaldo, como la reconfiguración de rutas de red.
- Actualización de configuraciones y estados: Ajustes automáticos durante la transición para reflejar el cambio, como la actualización de direcciones IP o la reconfiguración de servicios.
- Monitoreo continuo del componente de respaldo: Supervisión constante para asegurarse de que el componente de respaldo esté funcionando correctamente después de la transición.
- Planificación y estrategias de failover: Decisiones y estrategias previas sobre cuándo y cómo activarlo, la elección de componentes de respaldo y la minimización del impacto en la operación del sistema.
Estos elementos trabajan en conjunto para garantizar la efectividad del failover y la continuidad del servicio en caso de fallo.