La tecnología avanza a medida que pasan los años y un mundo con autonomía en los objetos del día a día ya no es cosa del futuro. El IoT o Internet de las cosas son objetos físicos que incorporan diferentes tecnologías con el fin de conectar e intercambiar datos con otros dispositivos a través de Internet. Cualquier objeto que tenga sus funciones controladas a través de internet se considera un IoT, desde objetos domésticos comunes hasta herramientas industriales más sofisticadas.
¿Por qué es importante el IoT?
La importancia del IoT reside en la posibilidad de avanzar en la conexión entre el humano y la máquina, siendo así capaces de tener al alcance de la mano multitud de datos o poder delegar acciones en objetos que podemos manejar remotamente. Mediante la informática más básica como la nube, el big data, la analítica y tecnologías móviles, los objetos físicos pueden compartir y recopilar datos sin apenas necesitar la intervención humana. En un mundo tan hiperconectado, se puede ajustar y supervisar cada interacción de manera remota.
¿Cómo funciona el IoT?
El IoT funciona a través de la interconexión de dispositivos inteligentes, la recopilación y transmisión de datos, el procesamiento y análisis de datos, y la toma de decisiones y acciones basadas en esos datos. Todo esto se realiza a través de una infraestructura de conectividad y sistemas de gestión que permiten la creación de soluciones inteligentes y conectadas en diferentes ámbitos.
A continuación, se describe de manera general cómo funciona el IoT:
- Dispositivos inteligentes: El IoT se basa en la presencia de dispositivos inteligentes, como sensores, actuadores y otros objetos conectados. Estos dispositivos están equipados con capacidad de conexión a internet y pueden recopilar datos del entorno, como temperatura, humedad, ubicación, entre otros.
- Conectividad: Los dispositivos IoT se conectan a través de redes de comunicación, como Wi-Fi, Bluetooth, redes celulares o redes de área amplia de baja potencia (LPWAN). Estas redes permiten la transmisión de datos entre los dispositivos y los sistemas de gestión.
- Recopilación de datos: Los dispositivos IoT recopilan datos del entorno mediante sensores. Estos datos pueden incluir información sobre el estado de los dispositivos, condiciones ambientales o cualquier otra información relevante para su funcionamiento.
- Comunicación de datos: Los datos recopilados por los dispositivos IoT se envían a través de la conexión de red a sistemas de gestión o plataformas de IoT. Esto puede incluir la transmisión en tiempo real de los datos o el envío periódico según la configuración establecida.
- Procesamiento y análisis de datos: Una vez que los datos son recibidos, se procesan y analizan para extraer información significativa. Esto puede implicar la aplicación de algoritmos de análisis de datos, técnicas de aprendizaje automático o inteligencia artificial para descubrir patrones, tendencias o tomar decisiones basadas en los datos.
- Acciones y retroalimentación: Basándose en los resultados del análisis de datos, se pueden tomar acciones o generar respuestas automáticas. Por ejemplo, si los datos de un sensor de temperatura indican un valor alto, se puede enviar una alerta o activar un sistema de enfriamiento automático.
- Interacción y control: Los usuarios pueden interactuar con los dispositivos IoT a través de interfaces como aplicaciones móviles o interfaces web. Esto les permite controlar y supervisar los dispositivos, recibir notificaciones y realizar ajustes según sea necesario.
Tipos de IoT
El IoT tiene un amplio potencial y se está expandiendo a medida que más dispositivos y sistemas se conectan a internet para mejorar la eficiencia y la calidad de vida.
Existen varios tipos de aplicaciones de IoT (Internet de las cosas) que se utilizan en diferentes ámbitos. Algunos de los tipos comunes de IoT incluyen:
- Hogar inteligente (Smart Home): Se refiere a la interconexión de dispositivos y sistemas en el hogar para crear un entorno inteligente y automatizado. Esto puede incluir el control de luces, termostatos, electrodomésticos, sistemas de seguridad, entre otros, a través de la conectividad IoT.
- Ciudades inteligentes (Smart Cities): Se trata de la implementación de tecnologías de IoT en áreas urbanas para mejorar la eficiencia, sostenibilidad y calidad de vida de los residentes. Esto puede involucrar la gestión inteligente del tráfico, sistemas de iluminación pública eficientes, recolección de residuos optimizada, monitorización de la calidad del aire y servicios públicos conectados.
- Industria 4.0: El IoT se utiliza en la industria para crear fábricas inteligentes y mejorar los procesos de fabricación. Esto implica la integración de sensores en maquinaria y equipos, monitorización en tiempo real de la producción, mantenimiento predictivo, gestión de inventario automatizada y optimización de la cadena de suministro.
- Salud y bienestar: Los dispositivos de IoT se utilizan en el sector de la salud para el monitoreo remoto de pacientes, seguimiento de la actividad física, gestión de medicamentos, dispositivos de asistencia médica conectados y telemedicina. Estos dispositivos permiten la recopilación de datos de salud en tiempo real y el acceso a información relevante para el cuidado de la salud.
- Automoción y transporte: Los vehículos conectados forman parte del IoT, permitiendo la comunicación entre vehículos (V2V), entre vehículos e infraestructuras (V2I) y entre vehículos y dispositivos móviles (V2X). Esto habilita características como navegación inteligente, asistencia al conductor, monitoreo de flotas y servicios de compartición de vehículos.
- Agricultura inteligente (Smart Agriculture): El IoT se aplica en la agricultura para mejorar la eficiencia y productividad agrícola. Esto puede incluir la monitorización de cultivos y suelo, riego automatizado, control de plagas, seguimiento de ganado, agricultura de precisión y gestión de la cadena de suministro agrícola.
Ejemplos de IoT
En un momento tan hiperconectado como es el que vivimos, existen numerosos objetos a nuestro alrededor que se pueden considerar IoT, tanto en el hogar como en el trabajo, algunos ejemplos son:
- Sensores para el jardín. La compañía Parrot ofrece el sensor Flower Power, se encarga de registrar datos sobre la luz solar, la temperatura, el nivel de fertilizante en el suelo y la humedad. El sensor analiza lo que necesitan las plantas y lo comunica a través de bluetooth al smartphone del usuario.
- Reguladores de Luz. La startup Plum desarrolló un regulador de luz inteligente. Mediante una app, se puede controlar la electricidad, conectarla o desconectarla y regular las luces de casa.
- Frigoríficos inteligentes. La empresa Bosch desarrolló unos frigoríficos con cámaras en su interior con las que puedes ver en cualquier momento lo que hay en el interior del frigorífico. También incorpora una app que vigila la temperatura del frigorífico para que sea siempre la adecuada, avisando mediante alertas en caso de que la temperatura cambie o la puerta se quede abierta.
¿Cómo se puede aprender IoT?
El Internet de las cosas (IoT) es un concepto basado en la nube, por lo que se necesita una formación especializada para ser un profesional del sector y tener un futuro en este mundo tan cambiante tecnológicamente hablando. Programas como el grado de inteligencia artificial de MSMK te ayudarán a especializarte en la materia y comprender todos los procesos relacionados con el IoT y las posibilidades de aplicación que tiene.