Los ciberdelincuentes han perfeccionado a lo largo del tiempo diversas estrategias para ejecutar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) de manera efectiva, buscando colapsar sistemas críticos y generar caos. Una de las tácticas más refinadas implica aprovechar las horas de mayor tráfico, momento en el cual la infraestructura digital enfrenta una carga considerable de usuarios legítimos. En este análisis, exploraremos cómo los ciberdelincuentes seleccionan esos días específicos, detallaremos los métodos utilizados y explicaremos por qué las horas pico son momentos propicios para este tipo de ataques.
Selección Estratégica de Días
1. Festividades y Eventos Especiales
Los ciberdelincuentes a menudo seleccionan días festivos o eventos especiales para ejecutar ataques DDoS. Estos momentos ofrecen una afluencia masiva de usuarios que buscan acceder a plataformas online relacionadas con celebraciones específicas, como compras en línea durante el Black Friday o Cyber Monday.
2. Aniversarios Significativos
Fechas importantes, como aniversarios de empresas o eventos notorios, son elegidas estratégicamente. Los atacantes pueden buscar interrumpir las operaciones durante estas ocasiones para causar un impacto significativo.
3. Lanzamientos de Productos o Servicios
El día de lanzamiento de productos o servicios también es un objetivo común. La expectación y el interés generalizado generan un aumento sustancial en el tráfico, creando una ventana ideal para un ataque DDoS.
Métodos Utilizados
1. Botnets
Los botnets, abreviatura de «networks of bots» son controlados de manera remota por ciberdelincuentes. Estos encuentran vulnerabilidades en sistemas operativos, software obsoleto o técnicas de ingeniería social para comprometer dispositivos, con botnets, sin el conocimiento del propietario.
Una vez que los dispositivos son comprometidos, se conectan a un servidor de comando y control (C&C). Este servidor actúa como el centro de operaciones del botnet. La comunicación entre el servidor C&C y los bots es descentralizada y cifrada, lo que dificulta su detección.
Los bots esperan órdenes del servidor C&C, que puede variar desde la propagación de malware y robo de información hasta la participación en ataques DDoS. Los ciberdelincuentes pueden modificar las instrucciones en tiempo real, adaptándose a nuevas tácticas o evitando la detección. Haciéndoles así resistentes a las medidas de mitigación.
Durante las horas de mayor tráfico, la capacidad de una botnet para inundar un sistema objetivo con solicitudes maliciosas se magnifica, sobrecargando la infraestructura.
Las empresas y organizaciones que ofrecen servicios a través de Internet son los principales blancos. Las medidas clave incluyen la implementación de firewalls robustos, actualizaciones regulares de software, educación en ciberseguridad para usuarios finales y sistemas de detección de anomalías que puedan identificar patrones de tráfico sospechoso.
También, es importante saber que, en el tercer trimestre de 2023, se registró un aumento del 65% en los ataques DDoS. Empresas de videojuegos y apuestas fueron particularmente afectadas, demostrando la adaptabilidad de los ciberdelincuentes al enfocarse en sectores específicos.
Un ataque DDoS récord fue en septiembre de 2022 el cual alcanzó más de 25.300 millones de solicitudes en solo cuatro horas, evidenciando la capacidad de los botnets para generar tráfico malicioso a una escala masiva.
2. Amplificación de Tráfico
En lugar de generar grandes volúmenes de datos desde la fuente del ataque, los ciberdelincuentes aprovechan servicios legítimos, como servidores DNS o NTP (Network Time Protocol), para amplificar el tráfico y, por ende, maximizar su impacto.
Esta estrategia hace que la defensa sea más desafiante, ya que los ataques parecen provenir de múltiples ubicaciones, dificultando la identificación y mitigación.
La amplificación de tráfico implica el uso de servidores abiertos para redirigir y amplificar las solicitudes hacia el objetivo. Durante las horas pico, la capacidad de amplificación se ve maximizada, exacerbando la efectividad del ataque.
Los atacantes pueden aprovecharse de servidores DNS abiertos para inundar al objetivo con tráfico excesivo. Envían consultas falsas a estos servidores, que responden con datos amplificados, multiplicando la intensidad del ataque.
También, pueden solicitar información de tiempo a servidores mal configurados a través del Protocolo de Tiempo de Red (NTP). Estos servidores responden con datos amplificados, generando un flujo masivo de tráfico hacia el objetivo.
Incluso pueden explotar el Protocolo Simple de Descubrimiento de Servicios (SSDP) para enviar solicitudes a dispositivos vulnerables. Estas solicitudes generan respuestas amplificadas, contribuyendo a la sobrecarga del objetivo.
Estas técnicas aprovechan la capacidad de amplificación de servicios legítimos, dificultando la mitigación y aumentando la complejidad de la defensa. La comprensión de estas tácticas es crucial para desarrollar estrategias efectivas contra los ataques DDoS.
3. Ataques de Capa de Aplicación (Layer 7)
Los ataques de capa de aplicación se dirigen a vulnerabilidades específicas en aplicaciones web. Durante las horas de mayor actividad, la detección de este tipo de ataques puede resultar más difícil debido al volumen de tráfico legítimo.
Se dirigen a la capa superior del modelo OSI, centrada en las aplicaciones y servicios. Estos ataques son más sofisticados y específicos, ya que buscan agotar los recursos de los servidores web y aplicaciones.
Algunos ejemplos de ataques a la Capa 7 incluyen inundaciones de HTTP, eliminación de caché e inundaciones XML-RPC de WordPress. Además, a diferencia de los ataques de capas inferiores, los ataques de Capa 7 requieren menos ancho de banda, pero son más efectivos para interrumpir servicios.
Al dirigirse a la capa de aplicación, estos ataques pueden afectar directamente la experiencia del usuario, ya que comprometen la funcionalidad y la accesibilidad de las aplicaciones y sitios web.
Para defenderse contra estos ataques, las organizaciones implementan medidas de seguridad como firewalls de aplicaciones web (WAF) y servicios de mitigación de DDoS que pueden detectar y filtrar el tráfico malicioso a nivel de aplicación.
Finalmente, los bots pueden coordinarse para realizar ataques multifacéticos, combinando estas tres tácticas y otros métodos para abrumar las defensas del objetivo. La evolución constante de estas amenazas subraya la necesidad de una respuesta proactiva y coordinada para preservar la integridad de la infraestructura digital.
Ventajas de Atacar en Horas de Mayor Tráfico
1. Camuflaje entre el Tráfico Legítimo
Durante las horas de mayor tráfico, los ataques DDoS pueden camuflarse eficientemente entre la avalancha de solicitudes legítimas. Esto dificulta la identificación y mitigación temprana del ataque, ya que los sistemas de defensa deben lidiar con una cantidad significativamente mayor de datos.
2. Mayor Impacto en la Disponibilidad
Al atacar en momentos de alta demanda, los ciberdelincuentes logran un impacto más significativo en la disponibilidad de los servicios. La interrupción durante períodos críticos puede resultar más perjudicial para las organizaciones y aumentar el riesgo de pérdidas económicas.
3. Desafío para la Mitigación
Las defensas contra ataques DDoS pueden enfrentar mayores desafíos durante las horas pico, ya que la identificación precisa de tráfico malicioso entre la marea de solicitudes legítimas es más compleja. Esto da a los atacantes una ventana de oportunidad más amplia para causar daño antes de que las contramedidas efectivas sean implementadas.
En conclusión, los ciberdelincuentes emplean estrategias refinadas al seleccionar días específicos y aprovechar las horas de mayor tráfico para ejecutar ataques DDoS. La combinación de botnets, amplificación de tráfico y ataques de capa de aplicación durante momentos críticos maximiza la efectividad de estas ofensivas. Aprovechando el camuflaje entre el tráfico legítimo, buscando un mayor impacto en la disponibilidad y desafiando las defensas, los atacantes encuentran en las horas pico un terreno propicio para llevar a cabo sus acciones perniciosas.