INTERNACIONALIZACIÓN EMPRESARIAL: ESTRATEGIAS PARA EL CRECIMIENTO GLOBAL
Según el economista y profesor español Oskar Villareal Larrinaga (2005), la internacionalización empresarial se define como una estrategia de crecimiento a través de la diversificación geográfica internacional. Este proceso influye en diversas actividades de la cadena de valor y en la estructura organizativa empresarial. Y requiere de un compromiso cada vez mayor, basado en un continuo desarrollo del conocimiento adquirido.
Los objetivos principales de internacionalizar una empresa son la apertura de nuevos mercados, la distribución de la empresa y la búsqueda de mayor eficiencia en la producción.
Este concepto está relacionado con el crecimiento empresarial. Tanto las pequeñas y medianas empresas como las multinacionales buscan nuevas oportunidades a nivel nacional o internacional para poder crecer. El crecimiento empresarial es el desarrollo que experimenta una empresa desde su creación con relación a su rentabilidad, posicionamiento, clientes y desarrollo de productos. Existen múltiples estrategias de crecimiento y, es precisamente la internacionalización empresarial, una de ellas.
Esta idea ha sido analizado por diversos académicos. Antiguamente, la internacionalización era un proceso lento y exclusivo de grandes empresas, sin embargo, esto ha ido cambiando a lo largo de los años. En la actualidad, independientemente del tamaño y de la edad, existen numerosas empresas que son capaces incluso de comercializar sus productos internacionalmente desde el principio, las llamadas born global. Esto es debido principalmente a varios factores: la globalización, la consolidación de las TICs, el desarrollo de los medios de transporte y la integración de las economías nacionales.
Estrategias de entrada
Existen tres formas de entrada en un nuevo mercado exterior: las exportaciones, la inversión directa en el exterior y los acuerdos contractuales.
Las más sencillas y de menor riesgo son las exportaciones. Esta estrategia consiste en enviar productos o servicios a mercados exteriores, habiendo sido producidos de manera local. Hay dos tipos principales: indirecta, donde la empresa vende a través de intermediarios y, directa, donde vende directamente en el extranjero. Mientras que la indirecta ofrece menor inversión y riesgo, la directa brinda más control sobre las operaciones y más seguridad en los servicios postventa.
Por otro lado, la inversión directa en el exterior es la estrategia más arriesgada pero potencialmente la más rentable, ya que la empresa compromete sus propios recursos en el país objetivo. Para ello, entre otras opciones, existe la creación de filiales. Es decir, se establece una nueva unidad en el país de destino. Esto supone la ventaja del acceso rápido al mercado y a sus recursos locales, pero también desafíos como la integración cultural y operativa.
Por último, las alianzas son acuerdos formales entre empresas que presentan objetivos comunes. Estos permiten reducir costos y acceder a nuevos mercados, pero al ser empresas diferentes pueden tener diferencias estratégicas y culturales. Es por ello por lo que, aunque permiten la expansión rápida y menos riesgos que la anterior estratégica, pueden ser complejas y requerir una alta coordinación y confianza entre socios.
El proceso de internacionalización de una empresa puede variar según su tamaño, país y actividad, pero generalmente sigue varias etapas:
Como se ha mencionado anteriormente, existen empresas que adoptan una estrategia global desde su inicio, son las conocidas born global companies. Estas operan con una visión del mundo sin fronteras desde el principio
Conclusiones
Una vez comprendido el concepto, cómo puede comenzar el proceso de internacionalización y sus etapas siguientes, surge la pregunta de ¿Cómo pueden las empresas continuar innovando y colaborando de manera más rápida y efectiva para aprovechar al máximo las ventajas de la internacionalización en un mundo cada vez más interconectado?
Desde la exploración de mercados internacionales hasta la expansión global, la internacionalización empresarial es una estrategia fundamental de crecimiento de las empresas. A lo largo de sus etapas, es fundamental saber adaptarse constantemente a los desafíos y oportunidades que puedan surgir.
La clave se encuentra en la capacidad de adaptación y en la búsqueda constante de nuevas formas de crecimiento. Las empresas que logren innovar estarán en una posición privilegiada para capitalizar las oportunidades globales y asegurar su éxito a largo plazo.