Durante estos últimos años, se ha experimentado un incremento en el uso de criptomonedas a nivel mundial. Estos activos digitales se basan en un sistema descentralizado y anónimo, que suele registrar las transacciones con una blockchain. Se trata de una moneda cuyo valor en el mercado oscila en función de variables como la oferta y la demanda de esta (Banco Santander, s.f.). Teniendo en cuenta estas características, surge la duda de si los ciberataques, que cada año son más frecuentes y sofisticados, afectan de alguna manera a la economía de las criptomonedas.
Impacto de 2023 en las criptomonedas y los ciberataques
Aumento de uso de las criptomonedas
Desde una perspectiva global, la cantidad de personas poseedoras de criptomonedas aumentó un 34% en 2023, pasando de 432 millones a principio de año a 580 millones en diciembre. En particular, los propietarios de Bitcoin y Ethereum crecieron un 33% y un 39% respectivamente (crypto.com, 2024).
Por otro lado, según un informe realizado por la empresa Chainalysis, Europa se posiciona en 2024 como la segunda mayor economía de criptomonedas a nivel mundial, justo después que Norte América, recibiendo un 21,7% del volumen de transacciones globales traducido en 987.250 millones de dólares julio de 2023 y junio de 2024. Apunta también que el crecimiento promedio de actividad criptográfica respecto al año anterior fue del 44%, destacando Reino Unido como el país europeo con mayor adopción de criptomonedas, con un crecimiento anual del 58,4%, y siendo Bitcoin el activo más utilizado en transacciones inferiores a 1 millón de dólares, representando aproximadamente una quinta parte del valor total recibido en cadena (Chainalysis, 2024).
Incremento de los ciberataques
Según un informe realizado por UNICC, las ciberamenazas dirigidas a las organizaciones de las Naciones Unidas han aumentado en frecuencia y gravedad en varias regiones del mundo, involucrando actores avanzados, ciberdelincuentes y hacktivistas. Además, el reporte señala un incremento del 170% en las actividades maliciosas de interés en comparación con 2022, aumentando también su uso para lograr objetivos en zonas de crisis estratégicamente relevantes (UNICC, 2024).
De acuerdo con el análisis realizado, el 50% de las ocasiones el vector inicial de ataque fue el phishing, seguido por la explotación de vulnerabilidades, malware, ataques DDoS y la toma de control de cuentas. Por otro lado, los objetivos que perseguían los atacantes, por orden de frecuencia, incluían la recopilación de información, hacktivismo y obtención de beneficios financieros (UNICC, 2024).
Impacto de los ciberataques en las criptomonedas
Comenzaremos analizando el impacto que tienen aquellos ciberataques relacionados directamente con las criptomonedas. Sin embargo, en este artículo, no nos centraremos únicamente en este tipo de intrusiones, sino que se analizará a través de varios artículos el impacto que tienen los ciberataques con diversos objetivos y dirigidos a diferentes sectores al funcionamiento de estos activos digitales.
Efecto de los ciberataques relacionados con las criptomonedas
En primer lugar, se debe resaltar que los ciberdelincuentes suelen utilizar las criptomonedas para cometer delitos y lavar dinero, aprovechando sus características de descentralización y anonimato. La falta de regulación en las plataformas de comercio electrónico genera una sensación de impunidad que aumenta el riesgo de fraude en pagos electrónicos (Kovalchuk et al., 2024).
Cheraghali et al. (2024) y Kovalchuk et al. (2024) describen diferentes métodos utilizados para atacar a los propietarios y a las plataformas de criptomonedas. Si nos centramos en las plataformas, los incidentes se basan en la manipulación de transacción antes de que llegue a la cadena de bloques, explotando las vulnerabilidades en el sistema para modificar los datos para que parezca que la transacción no está confirmada; o en la explotación en vulnerabilidades en el código de la plataforma. En cuanto a los ataques más comunes dirigidos a los propietarios a nivel individual, señalan el phishing, los keyloggers y ransomware, para obtener información confidencial o financiara del individuo, instalar software de minería de criptomonedas de manera involuntaria (cryptojacking) o exigir rescates en criptomonedas; o ataques de secuestro de portapapeles, para realizar transacciones fraudulentas con criptomonedas.
Según Cheraghali et al. (2024), la presencia de estos ciberataques provoca una serie de consecuencias en las criptomonedas. Por un lado, debido a la percepción de inseguridad y riesgo que acompaña a dichos eventos, la confianza de los inversores disminuye significativamente, realizando una gran cantidad de ventas. Esto, unido a las pérdidas de fondos derivadas de la amenaza, que afectan negativamente a la oferta y la demanda, conduce a la caída de los precios. Asimismo, la volatilidad también aumenta al incrementarse la incertidumbre de los individuos respecto a la seguridad de las plataformas, la integridad de la tecnología blokchain y el futuro de aquellos activos digitales que se hayan visto afectados, especialmente si se producen ventas basadas en el pánico y compras impulsivas. Por último, el volumen de operaciones también se ve incrementa gracias a todos losfenómenos mencionados anteriormente, sumandos a la atracción de especuladores que buscan aprovechar las fluctuaciones de precios para obtener ganancias rápidas y a las oportunidades de arbitraje generadas por el incremento de la volatilidad.
Repercusión de los ciberataques en base al sector objetivo
Por otra parte, si nos centramos en el impacto que tienen los ciberataques según el sector al que están dirigidos, el estudio realizado por Caporale et al. (2020) destaca que la volatilidad de las criptomonedas se ve afectada negativamente cuando se tiene como objetivo al gobierno o al sector financiero y lo atribuye a una posible sobrerreacción por parte de las empresas de seguridad.
Sin embargo, este estudio no detecta efectos en el caso de los intercambios de criptomonedas. Esto puede deberse a que, a pesar de que Cheraghali mencionara cierto impacto, también destaca en su artículo que este va disminuyendo con el tiempo, seguramente debido a que se va obteniendo una mayor robustez del mercado, un aumento en la confianza en la tecnología blockchain y una mejor comprensión de los riesgos por parte de los inversores. Además, según el estudio Caporale et al. (2020), las criptomonedas en países fuera de Estados Unidos son más propensas a ser atacadas debido a que realizan una inversión menor en seguridad cibernética, por lo que podríamos deducir que cuanto más desarrollada esté la ciberseguridad y más activa sea la reacción ante amenazas, más seguras serán las transacciones ante ciberataques. Kovalchuk et al. (2024) respalda esta teoría, señalando una correlación negativa entre el nivel de delitos con criptomonedas y el nivel de ciberdefensa del país.
También se observa que el comportamiento de los inversores se muestra adverso al riesgo cuando se producen ciberataques cuyo objetivo son los sectores financiero e industrial y la incertidumbre económica es alta. No obstante, se menciona una disminución de la probabilidad de ataques dirigidos a los intercambios de monedas cuando el sector industrial está siento atacado (Caporale et al., 2020).
Impacto del hacktivismo y las ciberguerras
Por último, Caporale et al. (2020) destacan que el hacktivismo y la ciberguerra tienen un impacto significativo en el aumento de la volatilidad de las criptomonedas y generan una gran incertidumbre en el mercado, con todas las consecuencias que esto conlleva. La seguridad cibernética, la inversión en plataformas de criptomonedas para mitigar sus vulnerabilidades y la gestión de riesgos son cruciales para mitigar estos riesgos y proteger a los inversores.
Autor: Irene Torres Rodríguez