CRISPR-Cas9 es una asombrosa herramienta de edición genética que está transformando el mundo de la ciencia y la medicina.
Por un lado, CRISPR (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciales) es una secuencia de ADN que actúa como una especie de “tijeras moleculares”, capaces de cortar el ADN en ubicaciones específicas. Cas9, por otro lado, es una enzima que funciona como una “guía” para dirigir esas tijeras moleculares hacia el lugar exacto donde se desea realizar la modificación genética.
Esta nueva tecnología permite a los científicos reescribir el ADN, el código fundamental de la vida, en cualquier organismo, incluso en células humanas, de manera extremadamente eficiente y precisa.
Origen del CRISPR-Cas9
El descubrimiento de CRISPR, se hizo en la década de 1980, pero su función como una herramienta de edición genética no se comprendió por completo hasta principios de los años 2010.
En 2012, la científica Jennifer Doudna y su equipo, junto con la investigadora microbióloga Emmanuelle Charpentier, demostraron que CRISPR-Cas9 podía ser programado para dirigirse a secuencias de ADN específicas y realizar modificaciones genéticas precisas. Este descubrimiento revolucionario allanó el camino para la edición genética utilizando CRISPR-Cas9 en diferentes organismos, incluidos los seres humanos.
¿Quiénes son Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier?
Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier son dos destacadas científicas que desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo y la comprensión de CRISPR-Cas9 como una herramienta de edición genética, una tecnología de ingeniería profundamente poderosa que brinda nuevas esperanzas y posibilidades a nuestra sociedad.
Jennifer Doudna
Es una bioquímica y profesora de la Universidad de California en Berkeley. En colaboración con su equipo de investigación, fue pionera en la caracterización de las propiedades de CRISPR-Cas9 y su aplicación en la edición genética. Su trabajo ha sido fundamental para comprender cómo CRISPR-Cas9 puede ser programado para dirigirse a secuencias de ADN específicas y realizar modificaciones genéticas precisas.
Emmanuelle Charpentier
Es una microbióloga y genetista francesa. Junto con su equipo de investigación, Charpentier descubrió que una enzima llamada Cas9, presente en el sistema CRISPR, puede cortar y modificar el ADN de manera controlada. Esta revelación allanó el camino para utilizar CRISPR-Cas9 como una herramienta de edición genética altamente precisa.
Ambas científicas trabajaron en conjunto en la investigación y publicaron un artículo científico conjunto en 2012, que sentó las bases para el uso de CRISPR-Cas9 en la edición genética. Por su destacado trabajo en el desarrollo de CRISPR-Cas9, Doudna y Charpentier recibieron varios premios y reconocimientos, incluido el Premio Nobel de Química en 2020.
Doudna y Charpentier recibieron reconocimiento por su descubrimiento de que una molécula genética (Cas9), utilizada por ciertas bacterias, tiene la capacidad de cortar y destruir virus. Su importante hallazgo reveló cómo este gen-molécula actúa como una herramienta de defensa natural en las bacterias, permitiéndoles combatir eficazmente las infecciones virales.
¿Cómo descubrieron el CRISPR-Cas9?
La intrigante secuencia repetida de ADN en el genoma de las bacterias despertó el interés de Doudna al preguntarse cómo permitía a las bacterias defenderse con éxito contra las infecciones virales. Tras una exhaustiva investigación, descubrieron que cuando los virus invaden las bacterias, éstas cortan el ADN viral y lo insertan en su propio genoma, como una especie de “carteles de los más buscados”. Si vuelven a ser atacadas por virus similares, las enzimas errantes de CRISPR-Cas portando copias de ARN de estos fragmentos de ADN viral, inspeccionan el virus y, si el ARN y el ADN coinciden, proceden a cortar el ADN y eliminar el virus de forma precisa.
Beneficios de futuro del CRISPR-Cas9
Esta tecnología revolucionaria ha abierto un mundo de posibilidades en la investigación científica, la medicina y la agricultura. Ahora, los científicos pueden realizar modificaciones genéticas con una precisión sin precedentes, lo que promete avances espectaculares en la cura de enfermedades genéticas, el desarrollo de terapias personalizadas y la mejora de cultivos para alimentar a una creciente población mundial.
La genómica, la edición de genes y la biología sintética están en auge, ya que representan una de las tendencias más destacadas. Estos avances tecnológicos tienen el potencial de transformar diversos campos, desde la agricultura hasta la medicina. Nos brindan la capacidad de modificar cultivos para hacerlos más resistentes y nutritivos, así como de desarrollar terapias innovadoras para curar enfermedades e incluso erradicarlas por completo. Además, la investigación en genómica y edición de genes ha sido fundamental en la lucha contra el COVID-19, permitiéndonos desarrollar nuevas vacunas y avanzar en nuestra comprensión de la enfermedad.